Dos importantes líderes de un condado rural de Texas estaban dormidos y un tercero estaba fuera de la ciudad en las primeras horas de la catastrófica inundación que arrasó la región, con una larga ola de destrucción a su paso y que provocaron la muerte de más de 130 personas a principios de julio.
Este jueves, tanto el sheriff del condado de Kerr y su director de gestión de emergencias reconocieron en una audiencia legislativa que estaban dormidos cuando se avecinaba la tormenta y la posterior inundación. Además, el juez Rob Kelly, máximo responsable del condado de Kerr, estaba fuera de la ciudad para los festejos del 4 de Julio, cuando ocurrió la tragedia.
Su testimonio, presentado durante una comisión conjunta de legisladores de la Cámara de Representantes y el Senado que visitó la región montañosa de Texas, fue el primer reporte público de qué ocurrió con estas autoridades locales, encargados de preparar el plan de emergencia para la población de Kerr, así como coordinar al personal de emergencia para rescatar a las personas afectadas.
Además, sus declaraciones revelaron la falta de liderazgo justo en el momento en el que las autoridades tenían que reaccionar para minimizar la tragedia y poner a la población a salvo. En cambio, murieron 136 personas, entre ellas 27 jóvenes y consejeras de un campamento cristiano para niñas.
¿Qué dijeron los funcionarios locales sobre su ausencia?
William ‘Dub’ Thomas, coordinador de gestión de emergencias del condado de Kerr, declaró que estuvo enfermo el día antes de las inundaciones y por ello, no pudo atender dos llamadas que le hicieron los funcionarios de Gestión de Emergencias de Texas. Por su parte, el sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, igual que Thomas reconoció que estaba dormido mientras se desarrollaba la crisis.
En el caso de Kelly, quien ocupa el puesto de director ejecutivo del condado, informó que estaba en el lago Travis, fuera de la ciudad, a unas 100 millas de distancia y se despertó alrededor de las 5:30 am.
Sus testimonios molestaron visiblemente al vicegobernador de Texas, Dan Patrick, quien recriminó durante la audiencia: “No te estoy señalando con el dedo. No te estoy culpando. Solo quiero dejar las cosas claras”, dijo y provocó el aplauso del público. “Todos estaban aquí ese día trabajando arduamente, y tú no aparecías por ningún lado”, lamentó.
Thomas explicó que la mañana de la tragedia su esposa lo despertó por primera vez alrededor de las 5:30 a. m., aproximadamente dos horas después de que comenzaran las operaciones de rescate, y rápidamente se dirigió a la oficina del sheriff.
“No había ninguna inundación visible cuando llegué a la oficina, pero rápidamente se hizo evidente que la situación estaba empeorando”, dijo.
Trabajadores locales piden mejorar el sistema de emergencias
Por su parte, funcionarios locales dijeron que necesitaban mejoras en su sistema de alerta, ya que la intensidad de la lluvia arrasó a su paso casas y vehículos y dejó decenas de familias pidiendo ayuda en los techos de sus casas.
También rindieron testimonio cientos de personas afectadas por las lluvias, quienes pidieron mejoras urgentes a los sistemas de alerta y mitigación de las inundaciones.
Kelly reconoció que los residentes prácticamente no recibieron alguna advertencia de la inminente catástrofe, hasta que fue demasiado tarde: “Necesitamos comunicaciones más sólidas y mejor banda ancha para poder comunicarnos mejor”, dijo, y añadió que la mala señal de telefonía móvil no ayudó a las personas que estaban a orillas del río. “Lo que vivimos el 4 de julio fue repentino, violento y abrumador”.
Sheriff presenta cronograma de la tragedia
Durante su testimonio, Leitha presentó una cronología de la tragedia y afirmó que los servicios de emergencia se dieron cuenta de la situación que requería la intervención de todos a las 3:30 a. m., cuando recibieron una llamada de una familia atrapada en el techo solicitando evacuación aérea. Sin embargo, reconoció que no fue alertado hasta aproximadamente una hora después, alrededor de las 4:20 a. m.
La representante Ann Johnson, demócrata de Houston, le preguntó a Leitha si el condado debería tener un protocolo establecido para cuando tres de los principales funcionarios del condado no estén disponibles durante una emergencia.
“Sí, señora, podemos revisarlo a fondo”, dijo Leitha. “Sí, puedo revisarlo y quizás me llamen antes”.
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