Washington.- En medio de una creciente tensión bélica entre Israel e Irán, el gobierno de Estados Unidos inició la evacuación de diplomáticos no esenciales y sus familiares desde su embajada en Jerusalén, una señal de que la Casa Blanca contempla escenarios cada vez más delicados mientras el presidente Donald Trump define su curso de acción frente al conflicto.
Un avión oficial trasladó este miércoles a varios funcionarios y allegados que solicitaron abandonar el país, tras la autorización formal emitida por el Departamento de Estado. La decisión se produce tras el inicio de una operación de “salida autorizada”, que permite al personal abandonar Israel con los costos cubiertos por el gobierno estadounidense.
El embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, confirmó a través de redes sociales que ya se preparan vuelos adicionales y el uso de embarcaciones privadas para facilitar la salida de ciudadanos norteamericanos ante el agravamiento del conflicto.
La evacuación ocurre mientras persiste la incertidumbre sobre el grado de involucramiento que tendrá Estados Unidos en las operaciones militares. Si bien la administración Trump no ha oficializado su participación directa, informes recientes señalan que fuerzas estadounidenses en la región ya habrían asistido en la interceptación de misiles iraníes, con tecnología avanzada y recursos militares como destructores de la Marina.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, agradeció públicamente el respaldo de Trump, a quien calificó como un “gran amigo de Israel”. En una alocución televisada, el mandatario israelí destacó el rol de Washington en la defensa aérea del país y reiteró que su gobierno continúa atacando objetivos estratégicos iraníes, incluyendo instalaciones nucleares y militares. Reconoció, sin embargo, que las operaciones han dejado “dolorosas pérdidas” para las fuerzas israelíes.
Desde el inicio de los ataques cruzados el pasado viernes (cuando Israel lanzó una ofensiva aérea masiva que generó la reacción inmediata de Irán con misiles y drones) la escalada ha despertado temores globales de una guerra regional con consecuencias impredecibles.
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Trump, por su parte, ha intensificado su retórica en los últimos días, exigiendo la “rendición incondicional” de Irán, aunque este miércoles matizó su postura al declarar que aún no ha tomado una decisión definitiva sobre una intervención directa de tropas estadounidenses.
La situación sigue en desarrollo, mientras el personal diplomático y cientos de estadounidenses en Israel esperan nuevos anuncios sobre posibles evacuaciones y medidas de seguridad.
Fuente: Agencias