Puerto Príncipe.- A pocos días de haber iniciado la temporada de huracanes en el Caribe, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que Haití enfrenta un alto nivel de riesgo frente a fenómenos naturales extremos, en un contexto ya marcado por inseguridad, desplazamientos masivos y una alarmante falta de recursos humanitarios.
Durante la declaración diaria de la Oficina del Portavoz del Secretario General, el vocero Stéphane Dujarric transmitió una alerta emitida por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en la que se señala que la temporada ciclónica 2025 —que se extiende de junio a noviembre— podría ser más intensa de lo habitual, según pronósticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA).
Vulnerabilidad extrema y desplazamientos crecientes
Haití, considerado uno de los países más vulnerables del hemisferio, enfrenta esta temporada con capacidades de respuesta limitadas. OCHA expresó su profunda preocupación por los más de un millón de personas desplazadas internamente debido a la violencia y el conflicto armado. Aproximadamente 200,000 personas viven actualmente en campamentos improvisados, una cifra que casi se duplicó entre marzo y abril.
“Estos asentamientos informales están, en su mayoría, ubicados en zonas propensas a inundaciones, sin acceso a refugios adecuados, sistemas de drenaje ni servicios de saneamiento. Esto eleva exponencialmente los riesgos para sus habitantes durante eventos climáticos extremos”, advirtió la ONU.
Preparación limitada y déficit de financiamiento
En un intento por fortalecer la preparación ante esta temporada crítica, OCHA organizó un evento regional con la participación de agencias de la ONU, autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil. Entre las acciones definidas como prioritarias se encuentran:
Elaboración de planes de contingencia
Mapeo de zonas de alto riesgo
Refuerzo de sistemas de alerta temprana
Preposicionamiento de suministros de emergencia
Coordinación en áreas clave como agua, salud, saneamiento y gestión de campamentos
Sin embargo, estos esfuerzos chocan con una grave escasez de financiamiento. De los 908 millones de dólares solicitados en el Plan de Respuesta Humanitaria 2025, solo se ha recibido el 8%, equivalente a 72 millones de dólares, lo que compromete severamente la capacidad de respuesta del sistema humanitario.
Llamado urgente a la comunidad internacional
Ante este panorama crítico, la ONU reiteró su llamado a los donantes y a la comunidad internacional para que refuercen urgentemente su apoyo financiero, especialmente ante el riesgo inminente que representan los huracanes en un país asediado por la pobreza, la inseguridad y la crisis institucional.
“La amenaza no es solo climática, es también humana. Cada tormenta pone en juego miles de vidas, especialmente cuando la protección básica es una deuda pendiente”, afirmó Dujarric.
La situación exige una respuesta inmediata, sostenida y coordinada, no solo para reducir los impactos de esta temporada ciclónica, sino también para restaurar la dignidad y la esperanza de una población que sobrevive en condiciones límite.
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