La gerencia de los Mets de Nueva York encendió las alarmas a mitad de temporada. Aunque las Grandes Ligas aún no llegan al Juego de Estrellas —que marca casi el punto medio del calendario—, el club convocó una reunión interna para entender el desplome de su rendimiento.
Anthony DiComo, periodista de MLB.com, reveló que “durante semanas, Lindor y los Mets se resistieron a la idea de una reunión formal del equipo”.
“No es que los jugadores no se estuvieran esforzando. No es como si no entendieran los problemas que afectan al club. Por el contrario, los Mets tenían motivos para creer que podían salir orgánicamente de este problema”, escribió.
A pesar de un buen arranque, donde incluso lideraron en efectividad de pitcheo y llegaron a tener el mejor récord de la Liga Nacional, la realidad hoy es muy distinta. Los Filis tomaron ventaja, superándolos por dos partidos y desplazándolos del segundo mejor récord del circuito.
El deterioro comenzó con las lesiones de los abridores Kodai Senga y Tylor Megill, afectando una rotación que había encabezado la liga en efectividad. “Ése fue (y sigue siendo) un problema temporal”, explica el reporte de DiComo.
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La ofensiva, por su parte, no ha estado a la altura, a pesar de mejoras puntuales en casa. “Los Mets también venían de una temporada en la que demostraron una notable resiliencia al jugar hasta bien entrado octubre”, recuerda.
Sin embargo, el reciente bajón fue brutal: los Mets fueron superados 30-4 en una serie de tres juegos ante uno de los peores equipos de las Mayores.
“Las adquisiciones de la Fecha Límite de Cambios ayudarán, pero las mejoras de verdad no pueden comenzar hasta que los Mets empiecen a jugar mejor. Tan sencillo como eso. Eso significa que estrellas como Lindor, Pete Alonso e incluso el dominicano Juan Soto, quien estuvo encendido en junio, pero todavía puede darle más a los Mets”, indica DiComo.
La frustración ha llegado hasta el dueño del equipo, Steven Cohen, quien escribió en su cuenta de X:
“Es una racha difícil, no hay que edulcorarlo. No lo vi venir. Estoy tan frustrado como todos. Superaremos esta etapa. Nuestros lanzadores lesionados se recuperarán en las próximas semanas. Es poco probable que el equipo, con su RISP, siga bateando a este ritmo tan flojo. ¡Mantengamos la fe!”
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