Desesperación y angustia. De pronto, un partido de fútbol se transformó en una tragedia. Ocurrió en la noche de este sábado en El Salvador.
El partido entre Alianza y FAS, un clásico de ese país y válido por los cuartos de final de la liga local, se estaba desarrollando en el estadio Cuscatlán. Nada hacía presagiar el desastre. Las primeras informaciones hablan de una estampida de aficionados que intentó ingresar de golpe en la cancha para presenciar el encuentro. Ante ese escenario, fueron cerradas las únicas dos puertas de acceso. Y se generó la avalancha humana.
Los hinchas quedaron aprisionados en distintos sectores, aplastados por los que llegaban detrás. Todo, en medio de una situación caótica, de descontrol. Hasta el momento mencionan al menos 12 muertos, aunque se cree que habría muchas más personas fallecidas.
Pese a los gritos de los aficionados que iban quedando atrapados contra los portones y las paredes de los pasillos internos de la entrada, los hinchas que seguían llegando y querían ingresar no dejaron de empujar. Sobrevinieron los ahogos, la falta de aire y muchas de las personas involucradas fueron al piso.
Hubo gente también que buscando una forma de escapar corrió hacia dentro del campo de juego y debió ser atendida por personal médico y hasta por otros hinchas que ofrecieron ayuda al ver la situación. Más de 20 ambulancias se encuentran trabajando en el lugar. Varios heridos en estado crítico fueron trasladados a distintos hospitales y el partido, lógicamente, quedó suspendido. De manera preliminar, el jefe de Comandos de Salvamento, Carlos Alvarado, a informado que más de 100 personas han sido trasladadas a diversos centros asistenciales. El Hospital Zacamil, para el caso, se encuentra colapsado, dijo.
El relato de un testigo
Uno de los hinchas que había concurrido al estadio Cuscatlán, que fue testigo de los hechos, dijo en medio del estupor: “Los únicos responsables son los dirigentes de Alianza. No le echen la culpa a la gente. Eran dos puertas, no de portón, puertas de casa, para 4000, 5000 personas. Era un partido de cuartos de final, se sabía que iba a venir mucha gente. Cerraron el portón a los 25 minutos y la gente empezó a empujar y empujar porque quería ver el partido. A mi hijo lo aplastaron entre 20, yo pensé que se me iba. Dos puertas para 5000 personas. El responsable es Alianza. Acá hay gente muerta. Que se haga cargo Alianza. Yo salí de ahi para vivir. Hay niños, niñas, de 6, 7 años, que están vivos de milagro”.
Otro de los afectados, de acuerdo con el testimonio recogido por La Prensa Gráfica, de El Salvador, contó: “Habían solo dos puertas abiertas y toda la gente empujando, yo estaba en medio de todos. La gente quería entrar, me cayeron como veinte personas encima. A duras penas estoy vivo de milagro. Es una vergüenza todo”. Cerca suyo, otro de los heridos, llorando y con una nena, expresó: “A mí me tocó levantar a una señora a la que estaban aplastando y esa señora se me ha quedado en la cancha, yo tenía abrazada a su hija y allá está la señora muerta”. Postales del horror.
La Policía Nacional de El Salvador emitió un comunicado expresando su profunda tristeza por lo sucedido y ofreció sus condolencias a las familias afectadas. Se espera que se realice una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas del incidente y evaluar las medidas de seguridad implementadas en el estadio.
El hecho, de cierta medida, tiene algunas similitudes con la recordada tragedia de la Puerta 12 del estadio de River, durante un superclásico con Boca, el 23 de junio de 1968, ocasión en la que lamentablemente fallecieron 71 hinchas xeneizes. Aunque en esa oportunidad, el hecho no se produjo al entrar en la cancha, sino en el instante que querían retirarse y el portón estaba cerrado, además de no haber sido retirados varios de los molinetes. Producto de la asfixia provocada por la avalancha, murieron la mayoría de los simpatizantes de Boca involucrados en el hecho.